Arrojo es el apellido de mi madre y firmo con él porque ella es la que me inculcó el amor por el arte en todas sus manifestaciones. Siempre nos apuntaba a mí y a mis hermanas en todos los acontecimientos artísticos: pintar con tizas en las aceras, pintura al aire libre, donar cuadros a la cruz roja…
Desde muy pequeña iba a las clases del círculo de las artes de Lugo con el pintor Blas Lourés y más adelante con el pintor Luis Gómez Pacios en el Museo Provincial de Lugo.
Siempre me gusto este mundo pero el futuro de los creativos es muy incierto y en mi cabeza siempre sonaba la canción “ me lo decía mi abuelito… de Goytisolo que cantaba Paco Ibáñez. Por lo que tuve que pasar por muchas etapas hasta llegar a lo que realmente me apasiona.